Campillos. "El Internado". El colegio de San José (1973-1986)

PROMASA

Era una sociedad PROfesores MAcias S.A. creada por Don José Macias para, a través de ella, organizar toda la actividad empresarial que suponía el Colegio SAN JOSÉ. Yo siempre lo consideré un error, porque fue motivo de rencillas y discusiones entre el profesorado. A esta sociedad no podía pertenecer todo el profesorado, en plan cooperativa, sino tan solo aquellos profesores que Don José elegía y decidía.
Pertenecer a PROMASA estaba considerado como el gran ascenso dentro del colegio, haber llegado a ganar la confianza total de Don José y la máxima valoración profesional y personal dentro del sistema.
Tan sólo pertenecieron a esta sociedad doce profesores (algunos los llamaban los doce apóstoles) de los cuales algunos tenían responsabilidades dentro del centro educativo como Jefes de Estudios o Directores técnicos.
Como decía más arriba, yo lo consideré un gran error por dos motivos:

UNO: muchos profesores, de gran valía, querían pertenecer a la sociedad y no pudieron, lo que, sin duda alguna, provocó decepciones, envidias, críticas y cabreos personales. Cualquier lector coincidirá conmigo en que todo lo descrito no es lo más apropiado para un Claustro que se supone debe de actuar al unísono y con los menores roces posibles. Esta circunstancia hizo o provocó una especie de división del Claustro por castas: los que pertenecían a PROMASA y los que no.
Personalmente, nunca aspiré ni pretendí pertenecer a ese grupo de profesores "selectos y elegidos" para formar parte de la sociedad anónima dirigente, tanto es así que, cuando Don José Macias me propuso entrar en PROMASA, se lo agradecí, pero rechacé la oferta por no interesarme las contraprestaciones que suponía el pertenecer a tan selecto grupo... (Siempre he valorado mucho más el disponer de tiempo para disfrutar de mi familia, que ganar más sin poderlo hacer). Ni que decir tiene que, como nunca me interesé por pertenecer a PROMASA, tampoco me importó mucho el que otros lo hicieran.

Promasa

IMPRESCINDIBLES PARA EL BUEN FUNCIONAMIENTO DEL COLEGIO
NOTA: Se trata de una foto antigua y no localizo los nombres de quienes posan en ella. ¿Alguien puede facilitarlos?

DOS: Don José Macias erró al decidir designar a los Directores Técnicos y Pedagógicos así como a los Jefes de Estudios de ese grupo de profesores que componían la referida sociedad anónima. Consideró que, de ese grupito debían salir los máximos responsables del centro, sin pararse a pensar en que pudieran ser o no los idóneos. Así, tuvimos algunos Jefes de Estudios que no fueron los más apropiados, otros sí, y algún Director Pedagógico que tampoco lo fue.
Suponer que por pertenecer a PROMASA ya se tenían cualidades para dirigir tal o cual aspecto del centro fue un gran error. El paso del tiempo me daría la razón, mucho más cuando Don José decidió retirarse de la enseñanza y todo quedó en manos de aquellos "profesores promasa" que, ya, sin la dirección y la tutela de Don José Macias, se responsabilizaron de dirigir el centro. Sin el gran jefe a bordo, surgieron los pequeños reinos de taifas que ningún bien le hicieron al colegio.
Los profesores promasa eran, además, los que se responsabilizaban de la organización del comedor escolar, dormitorios, salidas de alumnos en fines de semana, recepción de partes de conductas, ausencias del profesorado, inspectores, etc. etc.
Es bueno eliminar todo cuanto pueda dividir a un claustro y estos "promasas" creo que, en ese sentido, nunca fueron positivos para el centro. Algunos se preguntarán qué profesores formaban parte de PROMASA. Pues, como en estos casos se dice, salvo error u omisión, pertenecieron a esa sociedad los siguientes compañeros: Manuel Jiménez Calisalvo, Federico Anglada, Pepe Torres, Julio Diez, José Clavijo, José Navarro, Alejandro Delgado, Jacobo Castro, Manuel de Guzmán, Antonio Dávila, José Nevado, y José Agüera.
Me salen doce, y quiero recordar que eran doce, sin contar con Don José, con el que sumaban trece... Don José, sin lugar a dudas, era el máximo accionista de aquella empresa.
Según me ha contado alguno de ellos, tuvieron su buena época de "vacas gordas" pero al llegar las "vacas flacas" también se enteraron y bien enterados... De entre todos ellos, algunos ostentaron el cargo de Directores, tal como Manuel de Guzmán, José Navarro y Manuel J. Calisalvo, y otros el de Jefe de Estudios, como Federico Anglada, Jose Clavijo, Pepe Torres, Jacobo Castro o Julio Diez. Siempre valoré de una forma especial a Federico y a Clavijo.

Otro tanto se podría decir con la figura de los "jefes de seminario" que eran elegidos a dedo por Don José, provocando también el rechazo del resto del profesorado. Eso de que un Jefe de Seminario tuviera una gratificación de diez mil pesetas mensuales hacía que rechinaran muchos dientes, ya que en el grupo que conformaba el seminario o departamento todos trabajaban por igual, siendo el jefe una especie de animador o coordinador.
Yo fui jefe del seminario de idiomas durante varios años. Trabajamos muy bien. Elaboramos muchísimo material de refuerzo para todas aquellas dificultades que surgen en Francés e Inglés (aquellas fichas en carpetas azules que muchos recordarán) sin que nunca hubiera la más mínima discrepancia entre los miembros del seminario. El secreto: repartía mi gratificación en partes iguales entre todos los componentes del "seminario-departamento" (lo entrecomillo porque durante un tiempo se llamaron seminarios y, posteriormente, cambiaron su nombre por el de departamentos).

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